Los resultados obtenidos tras la aplicación de esta sustancia sobre las aftas y úlceras han sido perfectamente contrastados y entre los principales beneficios que se le atribuyen destacan:
> Alivio inmediato y significativo de la sintomatología, especialmente del dolor.
> Reducción del tiempo de cicatrización de las heridas.
> Alto grado de tolerabilidad y aceptabilidad, sin efectos tóxicos o indeseables.
> Aumento de la calidad de vida.
Sin duda, una atractiva lista de ventajas que deriva de otra no menos destacable enumeración de propiedades vinculadas al ácido hialurónico:
> Acción hidratante y protectora (atrapa proteínas y agua).
> Acción cicatrizante (atrae fibroblastos).
> Acción regeneradora (reduce la laxitud tisular).
> Acción antiedematosa (reduce la permeabilidad capilar).